El día a día de cualquier persona se desarrolla en lugares que están marcados, de manera más o menos sutil, por el uso de colores en la arquitectura que lo rodea. En la ciudad, por ejemplo, la alegría se enfoca donde hay color (escaparates, parque atracciones…). El color nos ayuda a orientarnos, tanto en el espacio natural como en el construido. Las personas que trabajamos con colores debemos saber que efecto producen estos colores en los demás, y convertirlos en una herramienta con la que potenciar los espacios proyectados. Muchos profesionales de sectores muy diversos trabajamos individualmente con estos colores, pero el efecto de los mismos es universal.
En Balcells Arquitectes hemos querido este mes reflexionar en torno a la relación entre el color y la arquitectura, siguiendo el estudio sobre la psicología del color realizado por Eva Heller.
“Elegir colores no debería ser un juego de azar, debería ser una decisión consciente. Los colores tienen un significado y una función”.
Verner Panton
Ningún color carece de significado, y ningún color aparece aislado, ya que cada color está siempre rodeado de otros. El efecto de cada color está determinado por su contexto, es decir, por la conexión de significados en la cual percibimos el color. Como veremos más adelante, cada color puede producir muchos efectos distintos (a menudo son contradictorios) en función del uso que le estamos dando, la cultura del lugar, el emplazamiento u otros factores diferenciales.
Así como los propios elementos constructivos que componen el objeto arquitectónico, la aplicación de los colores en las superficies también influye en la experiencia del usuario en el espacio. Si proyectamos un espacio con muros, pisos y techos neutros, al aplicar ciertos colores en las distintas superficies obtendremos efectos visuales muy distintos. Por ejemplo, si aplicamos una tonalidad más oscura en el techo, se genera la sensación de un espacio más bajo; y, al contrario, si pintamos el techo de un tono más claro que las paredes, la sensación es de un espacio con más altura libre. Por otro lado, al pintar la pared del fondo y el techo de la estancia de un color más oscuro, se produce la percepción de un espacio más ancho y espacioso de lo que es en realidad. Si se busca bajar la altura de las paredes, basta con pintar todas las superficies a media altura, a 1/3 o a 2/3, poniendo los tonos más oscuros en las superficies superiores.
Además de este juego de sensación espacial, los colores juegan un papel fundamental en la psicología o estado de ánimo del usuario. En proyectos hospitalarios o del área de salud como clínicas, residencias geriátricas… el empleo de colores fríos suele ser un buen complemento para la rehabilitación de pacientes. En proyectos urbanos y/o comunitarios los colores neutros se utilizan para la renovación de espacios, mientras que los colores más vivos y electrizantes le aportan dinamismo al espacio.
Sobre esta psicología del color, podemos sacar una serie de sensaciones que transmiten los colores principales conocidos por todos. Para ello, nos basaremos en el estudio realizado por Eva Heller en su libro “Psicología del color”, donde realiza un estudio sobre los colores y como estos afectan a las personas, así como las preferencias de las mismas. Los colores tratados en dicho estudio y sus correspondientes características son los siguientes:
El AZUL: Según el estudio de Heller, es el color preferido, siendo el favorito del 46% de los hombres y del 44% de las mujeres. La reflexión de la autora es que no hay ningún sentimiento negativo en el que domine el azul. Este color, con más de 100 variantes, es el color del cielo y del agua, y representa la tranquilidad, la frescura y la inteligencia.
En la arquitectura se considera adecuado para mantener una temperatura fresca. Al ser un color frío pero tranquilizante, es óptimo para dormitorios.
Escuela René Beauverie, Vaulx-en-Velin (Dominique Coulon)
El ROJO se asocia a la estimulación, la pasión y el odio, la fuerza, la revolución, la virilidad y el peligro. Es el primer color al que el hombre le puso nombre, y es uno de los colores con mayor consenso entre los expertos en cuanto a sus características psicológicas.
El uso del rojo en la arquitectura puede ir enfocado a lugares donde se requiera fuerza, actividad, intencionalidad, creación o interacción positiva. También tiene un uso habitual en estructuras (vigas, columnas…) e instalaciones importantes.
Teatro, Montreuil (Dominique Coulon)
El AMARILLO representa el Sol, la luz y el oro. Suele relacionarse con la felicidad, la riqueza, el poder, la abundancia, la fuerza y la acción. Sin embargo, la excesiva presencia de amarillo intenso puede llegar a irritar a una persona, ya que normalmente estamos acostumbrados a verlo en superficies relativamente pequeñas. Es además un color con poca estabilidad: un poco de rojo lo convierte al instante en naranja, una pizca de azul en verde… El amarillo, además, depende más que ningún otro color de las combinaciones que se le apliquen: junto al blanco se muestra vivo y brillante y, en cambio, junto al negro se muestra molesto y chillón.
En la arquitectura, debido a su potencia, se puede encontrar en sótanos y lugares que requieran fortaleza extra. Se ha considerado siempre el amarillo como un color creativo, así que es recomendable hacer uso de el en espacios donde se requiera emprender nuevos proyectos o donde se requiera entablar una relación.
Centro artístico, Venarey-Les Laumes (Dominique Coulon)
El VERDE es un color de moda en los tiempos que corren. Es una ideología, un estilo de vida: es consciencia medioambiental. Este color, además, representa la juventud, la esperanza y la nueva vida. Los decoradores de interiores coinciden en señalar que una habitación pintada con un color verde suave incita a la relajación y al bienestar. Es por ello que lo solemos encontrar en lugares donde se atienden enfermos o personas mayores.
Podemos encontrar el verde en espacios donde se requiera de reflexión y rápida asimilación. Debido a su clara referencia a lo ecológico, se asocia también a lugares de energías renovables y espacios eco. Muchas marcas están tendiendo a este cambio de imagen y color corporativo al verde (ejemplos claros como McDonalds o la misma FGC aquí en Cataluña) para acentuar su apuesta por lo ecológico y beneficioso para la salud.
Residencia para la tercera edad, Orbec (Dominique Coulon)
El NEGRO tiene connotaciones negativas pues se asocia a la muerte, a lo malvado o a la destrucción. Debido a su relación con la oscuridad, el negro simboliza el misterio y lo desconocido. Sin embargo, es un color muy usado en la arquitectura, siendo la última tendencia en interiores modernos y elegantes y proyectos de arquitectura corporativa.
Es una buena herramienta en climas fríos en tejados (de pizarra, por ejemplo) para atraer el sol y convertirse en captadores de calor. También tiene la propiedad, como comentábamos al inicio de la reflexión, de variar la percepción de la dimensión de los espacios, potenciando la reducción de tamaño y altura en habitaciones y techos.
Biblioteca y escuela de música, Thionville (Dominique Coulon)
El color BLANCO, a diferencia del anterior, se considera como el más puro, considerado también como un color protector, pues ofrece confort a los seres humanos y a su vez se asocia a la paz.
Es posiblemente el color más utilizado en la arquitectura moderna. Podemos encontrarlo en viviendas, en proyectos de salud… es un color que tiene la capacidad de generar espacios serenos, modernos y sobre todo distinguidos y elegantes. Además, también en contraposición del negro, tiene la capacidad de dar la sensación de más amplitud en los espacios en los que predomina.
Escuela Saint-Jean, Estrasburgo (Dominique Coulon)
El NARANJA tiene un papel secundario en nuestro pensamiento diario. Es un color a exótico en el panorama europeo, y goza de una singularidad que altera nuestra percepción. El naranja se asocia al entusiasmo y la acción, a la diversión y la sociabilidad. Es por tanto un color alegre y dinámico. En el mundo del marketing político se suele decir que el naranja es el color más optimista de todos, por lo menos en las sociedades occidentales.
En la arquitectura se aplica en lugares para mejorar circulaciones atascadas, o en espacios que requieran una rápida utilización del mismo. Por su claro dinamismo, es recomendable evitar este color en lugares de reuniones y de socialización.
Escuela Moulon, Gif-sur-Yvette (Dominique Coulon)
Terminamos con el ROSA, un color que nunca ha gozado de preferencias y predilecciones en el mundo moderno. A nivel cultural se asocia tradicionalmente a lo femenino. De todos los colores mencionados en esta reflexión es el menos habitual en la naturaleza.
Pese a su uso limitado la arquitectura contemporánea, el rosa es un color con unos atributos bien acotados: es el color de la dulzura, de la delicadeza, de la amistad y del amor puro. Suele ser poco agresivo a la vista, y por ello se utiliza en espacios que requieran transmitir calma y tranquilidad.
Escuela André Malraux, Montpellier (Dominique Coulon)
Con todos estos colores y la combinación metódica entre ellos se pueden hacer grandes obras, edificios y diseño de interiores. Queremos destacar las obras del estrasburgués Dominique Coulon, que nos han acompañado a nivel visual en toda la reflexión, ya que encontramos un gran repertorio de proyectos donde su uso de colores y contrastes es su marca personal. También destacar las de los arquitectos mexicanos Luis Barragan y Victor Legorreta, donde el uso de los colores vivos es también una de las principales características de sus proyectos.
Luis Torrens Narbón (Balcells Arquitectes, octubre 2022)
Bibliografía
Heller, Eva. “La psicología del color”. Editorial Gustavo Gili SL. 2008.
García-Allen. “Psicología del color: Significado y curiosidades de los colores”. Julio, 2020.
Pereira, Matheus. “El papel del color en la arquitectura: Efectos visuales y estímulos psicológicos”. Mayo, 2018.
Lázaro, Sofia. “Cómo pintar una habitación para que parezca más grande”. Revista Arquitectura y diseño. Febrero, 2022.